Cuenta una leyenda catalana que un antiguo reino, constantemente asolado por la ira de un cruel dragón que devoraba todo ser vivo que se cruzaba en su camino y destruía con sus llamas cualquier construcción, decidió un día ofrecer sacrificios humanos a este abominable monstruo para aplacar su furia. Desgraciadamente, el destino quiso que la princesa del Reino fuera la primera invitada al "banquete"...
Justo en el momento en que la princesa iba a ser devorada, un apuesto caballero llamado Jordi apareció en la cueva del dragón y le dio muerte.
Desde aquel día, Cataluña celebra su día de los enamorados el 23 de abril, en cuya fecha los chicos regalan una rosa a sus enamoradas, y ellas les obsequian a ellos con un libro.
Pese a encontrarnos en el Reino del Gran Dragón, quizá un pariente lejano de aquel temible dragón catalán, también hemos querido celebrar este día tan especial.
¡Gracias a esos seres tan mágicos por los libros (y no me refiero a los escritores, aunque a ellos también por supuesto, sino a sus mensajeros)!
La sangre que brotó de la herida del dragón se transformó en una rosa roja, cuya belleza era sólo comparable a la de la princesa. Jordi y la princesa se casaron, fueron felices y comieron perdices...
Pese a encontrarnos en el Reino del Gran Dragón, quizá un pariente lejano de aquel temible dragón catalán, también hemos querido celebrar este día tan especial.
¡Gracias a esos seres tan mágicos por los libros (y no me refiero a los escritores, aunque a ellos también por supuesto, sino a sus mensajeros)!