Cuenta una leyenda catalana que un antiguo reino, constantemente asolado por la ira de un cruel dragón que devoraba todo ser vivo que se cruzaba en su camino y destruía con sus llamas cualquier construcción, decidió un día ofrecer sacrificios humanos a este abominable monstruo para aplacar su furia. Desgraciadamente, el destino quiso que la princesa del Reino fuera la primera invitada al "banquete"...
Pese a encontrarnos en el Reino del Gran Dragón, quizá un pariente lejano de aquel temible dragón catalán, también hemos querido celebrar este día tan especial.
¡Gracias a esos seres tan mágicos por los libros (y no me refiero a los escritores, aunque a ellos también por supuesto, sino a sus mensajeros)!