jueves, 23 de abril de 2009

Cuento de Sant Jordi

Cuenta una leyenda catalana que un antiguo reino, constantemente asolado por la ira de un cruel dragón que devoraba todo ser vivo que se cruzaba en su camino y destruía con sus llamas cualquier construcción, decidió un día ofrecer sacrificios humanos a este abominable monstruo para aplacar su furia. Desgraciadamente, el destino quiso que la princesa del Reino fuera la primera invitada al "banquete"...
Justo en el momento en que la princesa iba a ser devorada, un apuesto caballero llamado Jordi apareció en la cueva del dragón y le dio muerte.


La sangre que brotó de la herida del dragón se transformó en una rosa roja, cuya belleza era sólo comparable a la de la princesa. Jordi y la princesa se casaron, fueron felices y comieron perdices...

Desde aquel día, Cataluña celebra su día de los enamorados el 23 de abril, en cuya fecha los chicos regalan una rosa a sus enamoradas, y ellas les obsequian a ellos con un libro.

Pese a encontrarnos en el Reino del Gran Dragón, quizá un pariente lejano de aquel temible dragón catalán, también hemos querido celebrar este día tan especial.


¡Gracias a esos seres tan mágicos por los libros (y no me refiero a los escritores, aunque a ellos también por supuesto, sino a sus mensajeros)!


viernes, 10 de abril de 2009

Cuento de Fiesta de Disfraces 2ª parte

Pronto oiríamos las doce campanadas, pronto despertaríamos del sueño, pronto se acabaría el efecto del más poderoso hechizo que embrujó a los caballeros y damas del Reino del Gran Dragón.

No obstante, aún quedaban algunos minutos para divertirse con los colores de un arco iris algo caótico pero siempre excitante...
Los asistentes al festín eligieron entre todos los disfraces, aquel que les pareció más bello. Sailor Moon se hizo con el título de la mejor disfrazada para sorpresa de algunas y envidias de otros, seguida muy de cerca de Willy Fogg y Candy.

La magia aún daba para probar nuevos looks...

El hechizo terminó. Se hizo la hora de volver a caaaaaaaasssaaaa, pero no en bici.

domingo, 5 de abril de 2009

Cuento de la Fiesta de Disfraces 1ª parte

La magia se prolongó durante horas en la Gran Torre de los Guerreros, y todos los hechizados conservaron sus máscaras en un intento de recuperar una década que quedó bien guardada en un baúl de programas infantiles, canicas y cromos. ¿Siguen los "chinos" y los trolls de larga y colorida cabellera en ese olvidado arcón?

Como cantaba Mecano, "mucha niña mona pero ninguna sola..."
Marta, Leonor, Gal.la y Anna

Y no sólo había "niñas monas" en la fiesta, pues como la bien dotada Sabrina cantaba, ¿qué sería del mundo sin "boys, boys, boys".

Dani, Jason, Manu y yo


La inocente Punky Brewster sufrió una transformación durante el baile de máscaras y pasó de escuchar entusiasmada las historias del viejo Chanquete y acariciar al osito Jacky...


...a intentar seducir al mujeriego Indiana Jones...

...o incluso a querer acabar con el más bruto de todos los militares.


Era una fiesta sin igual, donde podías encontrarte a Willy Fogg discutiendo con Chanquete sobre la forma más rápida de atravesar el Mediterráneo, a Chilindrina llorando por un poco de miel de la Abeja Maya, o a unas, ahora sí, amistosas Punky Brewster y Rambo contemplando algo muy llamativo (la blanca pared de enfrente).