Pronto oiríamos las doce campanadas, pronto despertaríamos del sueño, pronto se acabaría el efecto del más poderoso hechizo que embrujó a los caballeros y damas del Reino del Gran Dragón.
No obstante, aún quedaban algunos minutos para divertirse con los colores de un arco iris algo caótico pero siempre excitante...
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