lunes, 14 de septiembre de 2009

Cuento de un sueño de dos noches de finales de verano


"No quedan días de verano...", canta Amaral.


Y es cierto que a este cuentacuentos le van quedando cada vez menos historias que contar. Pronto cerraré el segundo volumen del Príncipe Chino y, tal vez no sobre papel ni tampoco en formato de unos y ceros, pero seguiré imaginando nuevas aventuras para el protagonista del cuento. Aún tengo una deuda pendiente con los lectores, algunas páginas que me salté en su momento... Ha llegado el momento de escribirlas, pero mientras hago un poco de memoria y las preparo, os mostraré lo sencillo que resulta disfrutar de estos últimos días de verano.

Pedir deseos es la manera más eficaz de que se cumplan los sueños, pero en la magia de los cumpleaños no es necesario formularlos en voz alta, ya que con la ayuda de unas cuantas hadas y genios, es posible transformar la isla de Ibiza en la también paradisiaca Hawaii. ¡Felicidades Elena!

Y aún queda magia suficiente para retroceder en el tiempo y volver a los años 70. En el gran palacio de Pachá, en su último baile del Flower Power, se puede oír "All you need is love", "Love is in the air" y, de fondo para la foto, un "Yellow Submarine"...

¡Paz y amor, hermanos!

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