miércoles, 7 de noviembre de 2007

¿Príncipe o Villano?

Los que ya me conocéis ya sabéis lo que me gusta transformar hechos de la vida cotidiana en cuentos de hadas, y algunos de vosotros, muchos ni siquiera lo adivináis, os habéis convertido en alguna ocasión en divertidos animalillos de un bosque, apuestos caballeros o esquivas ninfas. De sobra es conocida mi afición a los cuentos (siempre diré que Walt Disney es el causante de algunos de mis problemas), fábulas e historias mitológicas, por lo que he preferido crear un blog entorno a este tema.

Pero, ¿quién me ha coronado Príncipe? ¡Y nada menos que del Imperio Chino! Todo tiene su historia, y para los que no la sepáis, esta es la de mi coronación...


Érase una vez una niña llamada Elena que decidió transformar a cada uno de sus amigos en un personaje Disney: La Bella Durmiente, el ratón Gus de la Cenicienta, la Bella, Esmeralda, la Dama y el Vagabundo, Pocahontas, Mulán, y el bichito más simpático y pequeñito de Bichos...¿Adivináis quién era yo? No, ni Peter Pan ni Pinocho, era el Príncipe de la Cenicienta. Pese a que al principio no me gustaba mi personaje, que es un estirado, no pinta nada en todo el cuento y no tiene ni nombre propio, pronto me di cuenta de que era todo un honor que alguien me viera como un Príncipe. Y, a medida que pasa el tiempo, estoy más cerca de celebrar un baile para encontrar a la desaparecida Cenicienta, aunque sin un reino que ofrecer, dudo que muchas aparecieran por la fiesta...


Más tarde, estos mismos personajes Disney me hicieron uno de los mejores regalos de cumpleaños que podía tener: una figura de un caballero con armadura, escudo y lanza a lomos de un caballo, en cuya base había una pequeña plaquita con la inscripción "Para que nunca dejes de ser nuestro Príncipe"...

A los 20 años, empecé a trabajar en una oficina de alquiler de coches en la zona de Playa d'en Bossa (Ibiza). Ninguno de los que allí trabajaban tenía relación alguna con los anteriores personajes Disney, pero al mes de estar allí, ya me conocían como el Principito...esta vez el diminutivo se debía a que realmente no tengo un porte de Príncipe (alto, guapo, corpulento, etc.) y a que siempre prefería conducir los coches más pequeños, como el Nissan Micra o el Daewoo Matiz.

A los 23 años, entré a trabajar en una empresa de fabricación de sanitarios (nada de publicidad sin cobrar), y esta vez algo de culpa tuve yo. Una serie de bromas malinterpretadas y un e-mail dirigido a la persona equivocada me volvieron a colocar entre la nobleza, aunque esta vez el apelativo poseía más connotaciones de burla que de cariño...

¿Y qué libro me regalaron el pasado Día del Libro? En efecto, mi amiga Marta me regaló El Principito. No recuerdo cómo, pero surgió una conversación sobre este libro que yo jamás había leído, y el 23 de abril cayó. Y si ahora queréis ver algo que os dará miedo, esperad a leer sobre las casualidades de la vida...

Xiuxiu, esta amiga china que nos acompañó a Sichuan (recordáis aquel pedazo de e-mail?), se fue hace un par de semanas de Beijing para volver a su pueblo natal. Nos hizo un regalo a todos sus compañeros de viaje, el mío, la versión china de El Principito, su libro favorito, junto con un libro de Tagore, el escritor favorito de Marta. ¿A qué da miedo?


Y así, a lo largo de mi vida, el Príncipe ha sido una de mis personalidades, pues a veces también dejo de ser Azul para convertirme en el villano del cuento. ¿Verdad que cuando me enfado realmente pierdo la corona y y se me hincha la vena de la frente?

En cuanto a lo de Príncipe Chino, bueno, el blog de Príncipe a secas ya estaba cogido, así que como ahora estoy en China, debo ser un Príncipe Chino, ¿no? Y a los que no os guste mi título, u os parezca demasiado ostentoso, siempre podéis buscar algún blog que se llame Republicano Chino o algo así...

3 comentarios:

Unknown dijo...

¡¡¡Me ha encantado!!! Aunque en lo que no estoy de acuerdo en lo de la fiesta. Estoy segura que con o sin reino que ofrecer, muchas estarian encantadas de acudir a tu fiesta.¡¡¡Haz la prueba!!! ¡¡¡Principe que por aquí se te echa mucho de menos!!! Cuidate mucho. besos

Raúl dijo...

Vale, si a los 30 aún no he encontrado Cenicienta, organizo un baile...
Yo también os echo mucho de menos!!!!!!

Unknown dijo...

-mismo problema tildistico- No sabia naaada de eso!!!Y como asi, antes ya alguien habia organizado tu cumpleagnos principescamente??? pero que falta de originalidad de parte nuestra!!!
Yo tambien puedo ir a la fiesta???anda di que si!!!