martes, 13 de noviembre de 2007

Se paró el tiempo y comí tortilla

Hoy me he levantado más temprano de lo que me tocaba porque a las 8.30 cortaban el agua caliente, y quería ducharme antes de ir a clase. "¡Qué bien!", he pensado cuando he visto el reloj, "Aún quedan...¡siete horas para ir a clase!" Evidentemente, mi reloj se había parado de madrugada. Y mi duda era dónde encuentro yo una relojería, si no he visto ninguna desde que vivo aquí. Tras preguntar a algunos compañeros, llegué a la conclusión de que en un supermercado cercano había un puesto de arreglar relojes que, por supuesto, también debía cambiar pilas. En efecto, junto a las pelis piratas, y una colección de DVDs porno increíble, el "relojero" montaba guardia. Me preguntó que si quería una pila de 2 euros o de 5 euros. Compré la de 5 euros, y espero que me dure hasta que celebre el baile de Cenicienta, al menos.

Mi compañero Luis, que nada tiene que ver con el Lluís de las entradas anteriores, ha traído hoy a clase de oral un par de tortillas, porque nos ha explicado en chino los platos típicos españoles y cómo se hace una tortilla. Realmente ha triunfado y todos, incluida la profesora, nos hemos puesto las botas. España ha dejado el listón muy alto...

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